Muy cerca de Porto Colom podemos fondear en esta estrecha y recóndita cala, donde el mar suele ser como una piscina privada. La maniobra de fondeo no es fácil, tendrás que fondear en el centro de la cala para luego dirigirte por popa a las rocas y amarrar un cabo a tierra para dejar el barco firme en un lugar y evitar el Borneo.
El fondeadero está a unos 4 metros de profundidad en aguas turquesas, la cala es pequeña y suele estar llena de gente, pero desde el barco se puede disfrutar de la tranquilidad.
Durante el día hay muchos barcos pequeños de alquiler, por lo que te recomendamos ir lo más temprano posible por la mañana para conseguir un buen lugar.
También hay un pequeño restaurante en la orilla, un bonito lugar para tomar una copa por la tarde en la terraza bajo la sombra de los pinos.
Protegido del viento y del oleaje desde todos los ángulos excepto NE y E.
